Jill A veces nos frustramos con ciertas zonas de nuestra casa porque no son funcionales y acaban siendo fuente de desorden constante. Pero quiero que recuerdes algo importante: no eres un desastre. Tu pareja, tus hijos, ¡tampoco lo son! Muchas veces, es el espacio el que no se adapta a vuestras necesidades. La buena noticia es que podemos cambiar eso con pequeños ajustes y sin necesidad de reformas. Aquí te dejo algunos trucos para una casa más bonita y ordenada :
1. Identifica los puntos conflictivos
Haz una pequeña auditoría de tu hogar. ¿Dónde parece acumularse siempre el desorden? Puede ser la entrada de la casa, un rincón del salón o esa silla del dormitorio que siempre termina llena de ropa. Detectar estas áreas es el primer paso para transformarlas.
2. Dale sentido a cada mueble
No te sientas obligado a colocar los muebles como los viste en una foto de internet o en el catálogo. Observa cómo usas el espacio realmente. Por ejemplo, ese zapatero que compraste pensando que quedaría precioso en tu habitación quizás encajaría mejor en la entrada, donde se acumulan los zapatos al llegar a casa. O tal vez lo que necesitas junto a la puerta no es un zapatero, sino una cesta de mimbre para la pelota de fútbol de tu hijo o los paraguas que siempre desaparecen justo cuando llueve. Ajusta los elementos de tu hogar para que trabajen a tu favor, no al revés.
3. Organiza por categorías
En lugar de almacenar las cosas donde «caben», guarda los objetos por categorías y cerca de donde los usas. Así, será más fácil encontrarlos y devolverlos a su sitio. Por ejemplo, todos los útiles de escritura en un cajón del escritorio o los cargadores en una caja específica en el salón. Este pequeño cambio puede transformar tu rutina diaria.
4. Diferencia entre «tener a mano» y «tener a la vista»
Es común caer en la trampa de dejar expuestas las cosas que usamos a diario, como perfumes, desodorantes o utensilios de cocina. Sin embargo, esto puede hacer que las superficies se vean desordenadas. Busca un lugar donde puedas guardar estos objetos pero seguir usándolos con facilidad. Las superficies resérvalas para elementos decorativos: flores, una vela, un marco con una foto especial… ¡deja que tu espacio respire y luzca bonito!
5. Decora después de ordenar
Un espacio funcional siempre será la base para que la decoración brille. Por muy bonito que sea un jarrón o un cuadro, en un lugar desordenado pasarán desapercibidos. Una vez que hayas puesto orden en ese recibidor lleno de zapatos, es el momento de darle un toque acogedor. Quizás una alfombra, una vela aromática o una lámpara sean el broche final que haga que te reconcilies con ese rincón. Si no sabes qué hacer con este espacio te recomiendo que hagas una planificación antes de lanzarte a comprar. Aquí te dejo una herramienta imprescindible : un tablero de inspiración o Mood Board.
Con estos consejos, transformarás esas partes de tu casa que solían ser fuente de estrés en lugares que realmente disfrutes, de puntos problemáticos en rincones favoritos. Espacios funcionales y acogedores que hagan tu vida más fácil y feliz.
¿Lista para empezar? ¡Cuéntame qué rincón de tu casa transformarás primero!
